Tras un paroncete necesario, vuelven las peripecias de tu alienígena amarillo favorito. Esta vez, intentando hacerse con algo de comer. Cualquier excusa es buena para el escaqueo... ¿no?
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En estas viñetas exploro un poco más la animación de esas serpientitas que sirven de patas de la silla de Flúor. En realidad, es una especie de cangrejo ermitaño o caracol alienígena, esto es, un ser vivo (en este caso tres) adosado a una concha. Me pareció divertido y un reto animar las serpientes, darles expresividad sin necesidad de ojos, boca, ni ningún rasgo por el estilo. Parece que no salió mal del todo.
Para la página 14 intenté crear una estructura de viñetas encadenadas, que quizá se podría mejorar distribuyendo mejor los bocadillos.
En fin, continúa el aprendizaje, avanzamos en la historia (a base de gags y situaciones) y pronto espero poder plantear una edición en blanco y negro o en color, ya se verá, de al menos, un capítulo cerrado, donde se hayan presentados los personajes y el mundo, y donde haya algún tipo de elemento dramático...
Pero no os desvelo más.
¡Muy pronto más páginas!
